top of page

¡Carola! Marina te llama a la puerta

Camila Ocampos

         Desarmo partes y encuentro curiosidades
        de un plástico, olor noventoso
        Hoy
        ensamblo carne
        ¿por qué rompí juguetes si son míos?


La dinámica con el cuerpo ha atravesado un largo camino de encuentros y desencuentros. Como un juego infantil, al cuerpo se lo hizo muñeca: fue objeto de proyección, de transformación, de aspiración y confrontación. Y al tiempo, impuso sus reglas, de lo contrario, no podríamos salir a jugar -o así nos creímos.


Dispuesta al encuentro, hoy, está Carola, esa carcasa nombrada que se desprende de una carne para hacer visible el tiempo que llevamos jugando. En el afán de sujetar(me) con empatía, Carola, como una muñeca tamaño adulto, conjuga esas sorpresas que destilaban al recibir un juguete, por más endeble que sea. Ella deja latente intimidades para encontrar otros mundillos dentro suyo; ella, dispone su cuerpo para recordar que somos carne.

¿Todavía tenés preguntas? Escribinos.

bottom of page